Cuando se anunció la GSXF 1000, los fans de la Gixef ya estaban erizados, les picaba la mano derecha y se les afilaban los ojos. Es cierto que todos hemos soñado con uno, pero ¿estará el recién llegado a la altura de las expectativas? Primer encuentro visual con la bestia, el usuario de Gixef que soy está bastante sorprendido. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada. Está muy lejos del diseño orgánico de los modelos de 2014. Esta S lo cambia todo, proviene directamente de la roadster al adoptar un carenado frontal más envolvente, unas ópticas más afiladas y una burbuja. La parte trasera sigue siendo la misma.
Racing, por decir lo menos, y realmente le da un aspecto malvado. Puede que haya leído en alguna parte que algunas personas pensaban que parecía un scooter… no debían de estar muy despiertos. El asiento de dos piezas adelgaza la carcasa trasera, pero esto será inevitablemente a expensas de la comodidad, al menos para el asiento trasero.
El silenciador corto es bastante discreto, visualmente hablando, pero nuestro modelo de prueba, al ser la versión Street Performance, gana algunos toques deportivos extra como un kit deco especial, llantas antifractura TBR, manetas de freno y embrague negras, un soporte de matrícula de aluminio anodizado y mini intermitentes LED. Un Yoshimura R11 de carbono opcional añade un toque racing adicional. Al sentarte, te sorprende ver el manillar Renthal y los protectores de gatillo tan arriba frente al panel de instrumentos totalmente digital.
Además, es muy completo, mostrando de forma clara toda la información necesaria: velocidad, cuentarrevoluciones, control de tracción, aforo, autonomía, consumo… Luego llega el momento de arrancarlo, el manotazo del contador pasado, los 4 cilindros resoplan en un incendio que dice mucho. Si ves el de los F de hace diez años, lo entenderás (y no nos reímos de los antiguos).
El motor de 999cc de una versión anterior de la GSXR no deja lugar a dudas de que será una máquina deportiva. Todavía está lejos de los monstruos SuperDuke y S1000R, y con 214 kg con el depósito lleno, puedes ver a la gente poniendo caras. Sin embargo, esta potencia es sólo un poco superior a la de la Kawasaki Z1000SX con 230 kg.
Pero, ¿realmente necesitamos más? Sinceramente, y esto es sólo cosa mía, las prestaciones que ofrece esta GSXS-1000F son más que suficientes. El pequeño carenado extra y la burbuja incluso te juegan malas pasadas, a veces (a menudo) no te das cuenta de lo rápido que conduces.
Sin embargo, la prueba se desarrolló casi completamente bajo la lluvia. Sólo una mañana seca, lo que explica también la ausencia de un vídeo que lo presente (o será más que limitado)
Y, sin embargo, el Suzuki no ha sido invadido por las ayudas a la conducción. Como mucho, el ABS, imprescindible en la actualidad, y un control de tracción regulable en tres modos te salvarán en caso de abuso del puño derecho.
La aceleración es fuerte, la moto empuja con fuerza y toma las curvas sin titubear. Claro, en seco, debe ser un verdadero placer conducirlo. Por último, incluso en lluvia, hace su trabajo para deleite del piloto y el control de tracción tampoco es demasiado intrusivo.
El Yoshimura opcional no le invitará a ser razonable. Su sonido es más que cautivador a cualquier régimen y la aceleración es cada vez una nueva partitura para los oídos de los motoristas.
El consumo de combustible puede ser moderado, ya que medimos 5,2 L/100, aunque no aprovechamos al máximo este fabuloso motor.
Habrá que lidiar con los 214 kg (peso completo), pero el nuevo chasis ligero y compacto y la buena suspensión garantizan un manejo muy bueno. Es cierto que el manillar grande también ayuda.
Hablemos de la suspensión, una horquilla invertida Kayaba de 43 mm y un Monolink en la parte trasera sitúan claramente a la GSXS en la categoría deportiva. La horquilla es totalmente regulable (amortiguación, rebote y compresión) y aunque para la prueba no se tocan los reglajes, se nota enseguida que ya no estamos sobre una pequeña GT como era la antigua Gsxf.
Bien es cierto que las últimas de 2005 no brillaron en este aspecto y que las siguientes se visten más de Bandit que de la famosa F construida alrededor de un núcleo Gsxr.
En resumen, basta de nostalgia, el manejo incluso con lluvia es bastante impresionante y deportivo. Si lo que buscas es comodidad, esta no es la moto que más te dará. Algunas carreteras en mal estado (es casi un pleonasmo) muestran claramente que la horquilla te devolverá rápidamente a los baches.
La silla de montar es, por supuesto, del mismo tipo y no le invitará a paseos muy largos. Bueno, tampoco seamos demasiado negativos. Me dejé llevar por el nombre y al final, es una moto nueva.
La posición es bastante diferente, con el pecho elevado y mucho menos apoyo en las muñecas. Realmente puedes recorrer kilómetros sin quejarte, al menos en buenas carreteras.
La protección puede ser mejor que en la versión roadster, pero es menos eficaz, sobre todo bajo la lluvia, y agradecemos a nuestra bolsa Boblbee que protegiera la parte trasera de nuestra chaqueta, que se habría manchado una vez más.
También nos alegrará ver los frenos, muy acordes con los tiempos que corren, con un doble disco delantero bajo el logo Brembo, con anclaje radial, por supuesto. Los 310 mm con pinzas monobloque de 4 pistones de 32 mm te detendrán rápidamente sin dejar de ser dosificables y sin malas sorpresas.