Filial del grupo Polaris, presente en el mercado de las motos de nieve desde 1956 y en el de los quads desde 1985, la marca Victory apareció en 1998. Construyendo motos custom, cruisers y baggers en este caso, Victory ha tenido mucho éxito entre los moteros que han probado un modelo. No es fácil para una marca joven abordar con claridad un mercado en el que la marca de Milwaukee, Harley-Davidson, reina sin competencia real. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.
Victory lo ha hecho de forma inteligente, no intentando imitar los modelos Bar & Shield, sino inspirándose en el tipo de moto y desarrollando una visión personal de estas motos. Hay que reconocer que el diseño es bastante acertado, los comentarios suelen ser muy positivos sobre el aspecto de la Victory y el chasis no se queda atrás, y ya no hablemos del motor que es un elemento importante del éxito, la Freedom 106Ci es una pura gozada.
Esta prueba es sobre la Victory Magnum. Una moto que se clasifica en la codiciada categoría Bagger, una moto de turismo con maletas rígidas y amplias posibilidades de viaje. Estas motos suelen ser personalizadas por sus propietarios con una gran rueda delantera, un equipo de sonido y pintura brillante, como saben hacer en Estados Unidos. Victory lo ofrece de serie en la Magnum, quitando el aliento a los customizadores y poniendo al alcance de todos el placer de conducir una moto prácticamente única. Para ello, Victory ha recurrido a los servicios de la familia Ness, los popes de la preparación a medida, que llevan ya varias décadas en el mercado. Tres generaciones de esta familia de customizadores han utilizado su fértil imaginación para ofrecer una amplia gama de productos con un diseño personal y moderno, sacudiendo los códigos establecidos por la competencia.
La Victory Magnum es ante todo una mirada. Si la discreción es tu nicho, ¡será mejor que sigas adelante! Los colores que ofrece Victory no se quedan atrás, incluso el negro es brillante y los gráficos multicolores atraen la mirada como la miel atrae a las moscas, que ya es decir. La moto de prueba es de este fabuloso color lima y golpea la retina bajo el sol, un captador de atención en todo momento…
La calidad de la pintura es de primera, la profundidad y las numerosas capas de barniz hacen de esta Victory un objeto de deseo y ofrece una impresión de calidad pocas veces vista en una moto de dos ruedas. El montaje es perfecto y el acabado sorprendente. Conozco gente que debe arrepentirse de su elección, esta Magnum es una obra de arte en diseño.
El concepto Bagger es respetado al pie de la letra por esta Victory Magnum. Una cabeza de horquilla envolvente ofrece protección contra el viento y los elementos de alto vuelo. La semana de pruebas fue complicada en términos meteorológicos, ya que se pasó de una ola de calor a un día ventoso y lluvioso. Ni una sola vez se nos mojaron los guantes o nos hizo viento, y el pequeño parabrisas en la parte superior del carenado delantero proporciona una protección que no esperarías de una moto con un diseño tan puro.