Prueba a largo plazo del Mazda3 Skyactiv-X: ¿está a la altura de las expectativas?

El nuevo motor de gasolina con encendido por compresión es una de las novedades más destacadas de 2019. Hace casi 18 meses pudimos familiarizarnos con el prototipo y ahora por fin probamos el producto de serie acabado para comprobar sus cualidades a largo plazo y, por tanto, también su eficiencia. El resultado de la prueba con el nuevo Mazda3 Skyactiv-X no solo en forma de texto, sino también de vídeo. En el concesionario Crestanevada de coches ocasión Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.

Diferencias aparentes sólo para los entendidos

Visualmente, el Mazda3 tiene el mismo aspecto que si tuviera el motor diésel o el normal de gasolina. Una diferencia son los tubos de escape sutilmente más grandes. Las llantas negras opcionales de 18 pulgadas, que sólo están disponibles con el motor Skyactiv-X, lo hacen más visible. O puedes pedir el cuero rojo para el interior. Aparte de eso, es una cosa tras otra. Sólo cuando miras bajo el capó te das cuenta de algo más, porque aunque se trata de un motor de 2 litros, la carrocería es mucho más grande. En cifras, tiene 132 kW (180 CV) y 224 Nm de par. El par máximo se acumula unas 1.000 revoluciones antes que, por ejemplo, el Skyactiv-G con 122 CV bajo el capó. En una comparación directa, el consumo WLTP también es medio litro inferior.

En la prueba, el Mazda3 Skyactiv-X también demostró su valía con este consumo. Se deja entre 5,1 y 5,8 l/100 km (WLTP: 5,8 l/100 km), que es más o menos lo que también promete Mazda. Sin embargo, también hay promesas que equiparan el motor con el propulsor de 184 CV del MX-5 y prometen un par motor como el de un diésel. Aquí el marketing quizá ha ido un paso demasiado lejos. Lamentablemente, el Skyactiv-X no es tan brioso y revolucionado como el motor de 2,0 litros del MX-5. El nuevo motor tampoco ofrece el par de un diésel, donde incluso el «pequeño» diésel del Mazda3 lo supera.

El modelo también se beneficia del sistema M Hybrid. Mazda utiliza un sistema híbrido suave de 24 voltios, que asiste con una RSG de hasta 4,6 kW. Pero también hace que el cambio de marchas sea mucho más agradable y mantiene el motor en reposo durante mucho tiempo en los semáforos. Más información en nuestro reportaje de conducción en vídeo.

En definitiva, una de las tecnologías más interesantes de la última década sigue bajo el capó del Skyactiv-X. Mazda ha elevado previamente las expectativas a un nivel extremadamente alto, sometiéndose así a una presión innecesaria. El propulsor es bueno, pero sobre todo es eficiente y no menos limpio en cuanto a emisiones brutas de NOx. Este debería ser el centro de atención, porque puede hacerlo realmente bien.