Honda CRF1000L Africa Twin

El ambiente de rally raid es evidente, pero ¿es el nuevo tan bueno como el anterior? Tras 13 años de ausencia deplorada por todos los amantes de las trail versátiles, la emblemática Africa Twin hace su reaparición con todas las tecnologías actuales. Sus predecesoras, tanto la 650 como la 750, habían puesto el listón tan alto que esta 1000 no es una conclusión previsible. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.

En 1988, Honda lanzó la XRV, una versión más rutera de la 650, que dominó el Dakar en su momento de mayor gloria a pesar de la reciente muerte de Thierry Sabine y Daniel Balavoine. Actualizada a 750cc 4 años más tarde, la Africa Twin impondría su superpaquete durante 13 años. En este contexto, sería un eufemismo decir que esta CRF 1000 debería tener el pedigrí para tomar la antorcha de sus mayores…

«Pero esta moto es tan grande como yo», dice enseguida mi mujer, intimidada por las medidas de la Africa Twin; el tono está marcado. Efectivamente, la Honda es imponente -250 mm de altura libre al suelo, por favor- y su doble faro recuerda a sus predecesoras, sólo que esta vez, debido a los avances, utiliza potentes haces de LED, pero su capacidad para iluminar la carretera es mejorable porque el haz es más bien estrecho y deja a oscuras unos diez metros por delante de la moto. En pistas debe ser bueno, pero en nuestras carreteras deja bastante que desear…

Dicho esto, si la nueva Honda es efectivamente alta y larga, lo compensa con una finura inusual que debe, al menos en parte, a la arquitectura de su motor: olvídate del bicilíndrico en V de 650/750, esta vez se trata de un bicilíndrico en línea de 998 cc cuyos tratamientos superficiales lo hacen muy agradable a la vista, por cierto. No hay la sensación de «fábrica de gasolina» de una BMW GS, por ejemplo, pero el silenciador de doble salida parece sacado directamente de una especificación bávara. Con sólo 95 CV disponibles (a veces una docena más durante las pruebas de banco de potencia), la Honda se niega a ser sobrepotenciada, como han hecho muchos otros fabricantes; es cierto que el primer fabricante mundial tiene otros deseos para su Africa Twin que limitarla al uso en carretera. Según Honda, esta CRF tenía que ser una auténtica moto trail, perfectamente capaz de abrirse camino fuera de la carretera. Y como para presumir de saber hacer, Honda ha equipado a la Africa Twin, para los que quieran esta opción, con su ya famosa transmisión automática de doble embrague (DCT), revisada en este caso para ofrecer un modo off-road específico que además adapta el control de tracción para que la moto pueda desenvolverse en terrenos sueltos o resbaladizos. Esto es cuando recuerdas que la DCT añade 10 kg a la Africa Twin y que enviar 242 kg fuera de la carretera podría ser bastante físico…

Con sus finas llantas de radios (¡los neumáticos son de tambor!), sus grandes discos y sus protectores de manos, está claro que la Honda mira a sus predecesoras para no ofender a los muchos nostálgicos fans, huérfanos desde la desaparición del modelo. Las generosas dimensiones se compensan así con la compacidad, que se basa en algunas elecciones técnicas como la integración de la bomba de agua en el cárter del embrague o el rebaje de la bomba de aceite. Del mismo modo, la elección de un sistema de cronometraje UNICAM derivado de las máquinas cross-country es otra garantía de compacidad y capacidad de cruce. La suspensión Showa totalmente ajustable es uno de los puntos fuertes de la Africa Twin: ofrece un confort real en carreteras irregulares, algo realmente necesario. Junto con los buenos neumáticos, también complacerán a los mochileros aventureros que ocasionalmente abandonen el asfalto. Los frenos son igual de buenos y los discos lobulados Nissin y las pinzas radiales son tan impresionantes en pista como en carretera. Los entusiastas de las frenadas fuertes pueden quejarse de la falta de mordiente al atacar la maneta, pero esta crítica no se sostiene porque «queríamos que esta característica facilitara la deceleración en uso off-road», dice Honda. Tomo nota.

Por lo demás, hay que reconocer que a los responsables del primer fabricante mundial les cuesta un poco justificar la ausencia del caballete central original en esta trail de cadenas. Vale, ciertamente ganamos un poco de peso y altura libre al suelo, pero proponerlo como opción a más de 200€, roza la mezquindad… En general, la lista de opciones está llena de posibilidades interesantes, pero todas más caras que las demás. Se diría que aquí también se deja sentir la influencia germánica. Sin embargo, la Africa Twin causa una fuerte impresión en estático, tanto por su acabado como por su equipamiento, pero sobre todo en sus versiones tricolor (azul/blanco/rojo y rojo/blanco/negro) porque las versiones lisas (gris o negro) parecen muy tristes.

En el asiento, se encuentra con un panel de instrumentos compacto y vertical. Exhaustiva si no seductora, adolece sin embargo de la falta crónica de legibilidad de su cuentarrevoluciones, así como de un contraste perfectible cuando se circula bajo el sol, y sobre todo si se lleva una visera ahumada. Por último, los intermitentes siguen funcionando como luces diurnas y la toma de 12 V sólo está disponible en el catálogo de accesorios.