Hemos descubierto que implicar a todos en la toma de decisiones no sólo abre nuestros procesos, sino que mejora el control de los resultados.
Cultivar las conexiones personales
La videoconferencia ha abierto una nueva ventana a la vida de nuestros compañeros de trabajo a la que, hasta ahora, nunca habíamos tenido acceso. Con el trabajo en casa, tenemos la oportunidad de conocernos a un nivel más personal que nunca: ese pequeño vistazo a la vida de los demás cuando vemos el interior de los despachos, oímos los ruidos de fondo, etc. nos acerca unos a otros a pesar de la distancia. – nos acerca a los demás a pesar de la distancia.
Ese tipo de conexión ayuda a que nuestros compañeros de trabajo se conviertan en algo más que texto en una pantalla. Nos humaniza y nos ayuda a unirnos como compañeros que defienden el éxito de los demás a largo plazo.
Fomentar el tiempo libre
He observado que el número de horas que la gente pasa en el trabajo ha aumentado rápidamente a medida que la gente ahorra todo el tiempo de desplazamiento hacia y desde el trabajo. Ya no tenemos la libertad de estar «fuera del trabajo» en el entorno laboral «siempre en línea», por lo que muchos líderes ya están debatiendo formas de desconectar y recargar las pilas.
Creo que una buena manera de ayudar es animar a su equipo a que se tome vacaciones y busque formas de dedicar ese tiempo al cuidado personal. Con las restricciones para viajar que aún persisten en muchas partes del mundo, dedicar tiempo conscientemente a relajarse y desconectar contribuye en gran medida a rejuvenecer los espíritus.
«Juntos triunfamos»
Sí, hay distancia física entre nuestros equipos. Pero eso no tiene por qué suponer un desastre para la conexión, la motivación o la productividad del equipo. No significa que debamos poner en pausa nuestros objetivos empresariales hasta que volvamos al trabajo en persona.
Lo he comprobado de primera mano. Nos unimos bajo el lema «Juntos triunfamos», un compromiso que elegimos como equipo para mantener nuestro espíritu de colaboración y la promesa de contribuir al éxito de los demás. Es algo que repetimos en nuestras presentaciones de equipo y en el botín que compartimos con nuestros empleados. Nos alineamos con él y lo vivimos plenamente cada día.
En el «nuevo futuro» tenemos que aceptar la realidad de estar separados, juntos -con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva-, alimentar el espíritu de colaboración, alinearnos con nuestros objetivos y planificar un futuro en el que los equipos remotos sean la norma, no la excepción. A partir de hoy.
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