Al mismo tiempo, también debe crear un contexto para su equipo: ¿por qué elige esos objetivos en lugar de otros? Si define claramente el «por qué» de su empresa y conecta sus actividades, desde las más pequeñas rutinas diarias hasta el panorama general de la organización, su personal sabrá para qué está trabajando y por qué es importante su contribución. Se sienten más conectados como equipo y rinden más.
Además, no basta con fijar objetivos. Comunicarlos y repetirlos constantemente los arraiga en la mente de sus empleados.
Establecer procesos y expectativas claros
Una vez fijados los objetivos, es hora de establecer un marco formal en torno a ellos. ¿Qué tareas hay que realizar cada día? ¿Cómo hará un seguimiento del trabajo? ¿Cómo se medirán los progresos?
Abordar y documentar las respuestas ayudará a su equipo a centrarse en el resultado deseado y a alinear sus esfuerzos en la misma dirección. Además, formaliza lo que pueden esperar de ti, de los demás y de sí mismos.
Pero documentar no es tarea de una sola persona. Conseguir que todos los miembros del equipo contribuyan les ayudará a entender cómo encaja su trabajo en el conjunto, a implicarse en los procesos y a responsabilizarse de su parte.
Responsabilice a su equipo
La rendición de cuentas consiste en asumir esas responsabilidades y asegurarse de que se cumplen, y todas las personas del equipo deben participar, sobre todo cuando hay menos supervisión en persona de la que están acostumbradas.
Para que todos los miembros de tu equipo rindan cuentas ante los demás y ante tu progreso, ten en cuenta lo siguiente:
Comprometerse a alcanzar objetivos concretos en un plazo determinado
Acordar la responsabilidad mutua de alcanzar esos objetivos.
Animar a los individuos a establecer sus propias prioridades diarias y a trabajar juntos para definir las prioridades de todo el equipo.
Compartir activamente los progresos realizados con los demás para fomentar la confianza entre su equipo.
Confiar en que su equipo encuentre sus propios medios para cumplir los plazos.
Facilitar las conexiones sociales
Alejarse del trabajo en persona no significa perder la interacción social. De hecho, es más importante que nunca tender puentes entre los empleados para reforzar la colaboración, la confianza y la unión. Sólo hace falta un poco de intencionalidad para sacar tiempo.
El tiempo social puede ser algo tan sencillo como un café virtual informal, un sistema de compañeros que se emparejen para apoyarse o un espacio dedicado en el chat del equipo para conversaciones no relacionadas con el trabajo. Programamos semanalmente horas felices virtuales en las que los compañeros juegan, hablan de sus intereses fuera del trabajo y comparten historias de su vida personal. Hemos descubierto que ayuda mucho a establecer la confianza y la camaradería.
Sea transparente
Una cultura de transparencia es una cultura que adopta la apertura, la honestidad y la visibilidad. Se basa en la creencia de que los empleados deben tener acceso a toda la información que necesiten para hacer su trabajo con eficacia.
Como líder, puede empezar explicando los motivos de sus decisiones y su relación con los objetivos generales de la organización. Cuando sea posible, pide a tu equipo que participe. Hemos estado celebrando reuniones regionales mensuales y el formato era bastante numérico, en las que hablábamos de cómo lo estábamos haciendo en relación con los objetivos que nos habíamos fijado. Decidimos preguntar a nuestros empleados qué les parecía el formato y qué más les gustaría ver. Dedicamos tiempo a recabar las opiniones de todos y, basándonos en los resultados, cambiamos el formato de nuestras reuniones para reflejar lo que habíamos oído.
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