En el mundo anterior al COVID, nadie podía prever los acontecimientos que se producirían en los próximos meses. Incluso hoy, cuando muchas empresas han tenido tiempo de adaptarse a esos acontecimientos, seguimos luchando por planificar el futuro. ¿Qué cambios desaparecerán? ¿Cuáles han llegado para quedarse?
Si hay un trastorno importante que perdurará, podría ser éste: el trabajo a distancia. Según un estudio de PWC, más del 80% de los empleados canadienses trabajaban principalmente desde un lugar de trabajo externo antes de la pandemia. El año pasado, las empresas que no habían adoptado prácticas de trabajo a distancia se vieron obligadas a adoptarlas plenamente, y con rapidez. A mediados de 2020, el 59% de los empleados declaraba conectarse desde fuera de la oficina.
Cuatro de cada cinco empleados de ese estudio afirman que quieren seguir trabajando a distancia en el futuro. ¿Quién puede culparles, teniendo en cuenta las horas que se ahorran sin tener que desplazarse y la libertad de trabajar cuándo, dónde y cómo quieran? En el sector manufacturero, el 35% afirma incluso sentirse más productivo trabajando a distancia. Los empresarios también ganan. No sólo ahorran dinero al reducir los costes administrativos y de infraestructura, sino que también se benefician de la flexibilidad para contratar talentos en cualquier parte del mundo.
Por supuesto, el trabajo a distancia no está exento de dificultades. En particular, los empleados afirman tener problemas de colaboración, comunicación, motivación y soledad. Pero si está aquí para quedarse, ¿qué puede hacer usted, como líder, con lo aprendido en el último año para mitigar esos problemas, alinear a sus equipos y seguir alcanzando sus objetivos empresariales hoy y en el futuro, sea lo que sea lo que nos depare el futuro?
Abrazar el «nuevo futuro
Antes de la pandemia, contaba con una sólida infraestructura para facilitar el trabajo a distancia. Pero incluso con esa infraestructura, unida a la actitud positiva de nuestros empleados, tuvimos que adaptarnos a una nueva realidad. ¿Qué funcionó y qué aprendimos para el futuro? Me gustaría compartir algunos consejos que pueden ayudarle a alinear a su equipo y a cumplir sus objetivos empresariales:
Establecer objetivos claros, comunicarlos de forma coherente y crear un contexto significativo.
Alcanzar con éxito los objetivos empresariales es un esfuerzo de equipo: hace falta que todos trabajen juntos como una máquina bien engrasada. Pero, ¿cuáles son exactamente esos objetivos? Como líder, tiene que implicar a su equipo en el establecimiento de esos objetivos empresariales y ayudarles a definir claramente lo que el equipo tiene que lograr en un plazo determinado, prescribir las herramientas que se utilizarán para conseguirlo y explicar cómo se medirán los resultados.
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