El Kuga es la personificación de un SUV familiar. Su misión es ser cómodo, práctico y habitable. Con la incorporación de un motor híbrido «no enchufable» al catálogo, ¿sigue siendo así? Un año después de la presentación de su tercera generación, Ford incorpora un motor híbrido bajo el capó de su Kuga. El motor de cuatro cilindros de 2.500 cc de aspiración natural se acopla ahora a una pequeña batería de algo más de 1 kWh para producir una potencia total de 190 CV, puntualiza Crestanevada Girona. No hay necesidad de andar por el coche con un cable en la mano, no hay enchufes en este Kuga. No se trata de la versión enchufable, que ya está disponible en los concesionarios, sino de la versión híbrida. Por eso la batería es tan pequeña, para que pueda cargarse y descargarse rápidamente. Por último, cabe destacar que la potencia se envía al eje delantero o, como opción, a las cuatro ruedas gracias a una CVT.
En el exterior, las líneas del paquete ST-Line, son más dinámicas gracias a los parachoques y la parrilla específicos, así como a una multitud de detalles en negro brillante. No hay manera de distinguir esta versión de batería pequeña de cualquier otra, excepto por el logotipo en el maletero trasero. Hay que tener ojo para ello. Por dentro, es la misma historia. El paquete ST-Line añade algunos toques deportivos como el volante achatado y el revestimiento negro del techo. Algunos de los plásticos son duros, pero en general los materiales son buenos, las pantallas son sensibles y de buena definición, los asientos son cómodos y la posición de conducción es excelente. Todo está también bien pensado, con botones reales para el aire acondicionado, los asientos calefactados, etc. El americano probablemente no ganará ningún premio de diseño, pero es muy fácil de usar, y eso es lo importante.
Una vez en movimiento, ¡qué silencio! Bajemos a la tierra, tampoco es un Rolls Royce, pero la insonorización está bien trabajada y los primeros metros se cubren casi siempre con la ayuda de la batería. No te vamos a mentir, es muy agradable. Más agradable aún es el hecho de que el arranque del motor de combustión una vez que se sale del aparcamiento no estropea la imagen.
Por otro lado, a pesar del paquete ST-Line, es difícil hablar de dinamismo al volante. Su suspensión, pero sobre todo su caja de cambios CVT, es más de confort que deportiva. Sin embargo, no se avergüenza de ello (¡aunque nuestro coche Lucid Red ya es muy rojo!). Los movimientos de la carrocería están bien controlados, el relanzamiento es correcto y este Kuga esconde bastante bien sus 1,7 toneladas. Al final, cumple con su misión de SUV familiar siendo algo más cómodo que dinámico.
El verdadero beneficio de añadir una pequeña batería al Kuga es que reduce el consumo de combustible y las emisiones de CO2 en todas las situaciones. El sistema híbrido funciona perfectamente todo el tiempo, a diferencia de un sistema enchufable. Con un sistema recargable, una vez que las baterías se descargan, se convierten en un peso muerto que hay que remolcar. Nuestro Kuga Hybrid pesa poco más de 1.700 kg. ¿Un Kuga PHEV? Casi 1.850 kg, es decir, ¡150 kg más! Aunque es más pesado, nuestro coche de pruebas está más cerca del peso de un diésel, con la diferencia de que donde el 1.5 diésel produce 120 CV, el híbrido desarrolla 190. En términos de consumo de combustible, también aquí estamos muy cerca de un diésel. Ford anuncia 5,6 l/100 km según las últimas normas WLTP.
La insonorización del habitáculo y el accionamiento eléctrico son muy agradables, y te sorprenderá que tengas un pie ligero para aprovecharlo al máximo. Ford lo ha entendido e incluso juega con ello al frenar. De hecho, cada vez que el coche se detiene, la instrumentación de a bordo muestra la energía recuperada. Inconscientemente, el deseo de alcanzar el 100% cada vez está muy presente. Por último, se adopta rápidamente, sin prestar realmente atención, un estilo de conducción cómodo en el que se utiliza el acelerador con ligereza y se anticipa mucho el frenado. Esto encaja perfectamente con el concepto de coche familiar.
El nuevo motor híbrido está disponible desde el primer nivel de equipamiento por un precio de 34.100 euros, sólo 1.500 euros más que el primer diésel con transmisión automática. Pero el híbrido tiene una serie de ventajas: desarrolla 70 CV adicionales, es más silencioso y, sobre todo, ofrece el confort de la conducción eléctrica. Es una alternativa más que interesante a un diésel.
Con la incorporación de este motor híbrido, el Kuga añade otra cuerda a su arco, y no es la menor. Cómodo, habitable y bien pensado, cumple a la perfección su misión como SUV familiar y este tren motriz híbrido no recargable potencia aún más este éxito. Su atractivo precio y su similar consumo de combustible lo convierten también en una interesante alternativa al gasóleo.