Con todo un paquete de medidas, los actuales motores modulares de BMW serán aún más económicos en los próximos años. Después de echar un vistazo a los motores diésel del BMW B47 TÜ1 hace unos quince días, ahora queremos centrar nuestra atención en los motores de gasolina. Entre bastidores, ya se está trabajando en la primera «revisión técnica» de los motores de gasolina para reducir aún más el consumo y las emisiones y, al mismo tiempo, aumentar las prestaciones.
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Cuando el motor de gasolina de tres cilindros se convierta en el BMW B38 TÜ1, se espera que produzca entre un 2,5 y un 5,0% menos de emisiones de CO2, al igual que el B48 de cuatro cilindros y el B58 de seis cilindros en línea, contribuyendo así a reducir aún más las emisiones de la flota del Grupo BMW. Y aunque el consumo se reducirá en la misma escala, la potencia y el par de las distintas etapas de expansión aumentarán en 5 kW (7 CV) y 20 Newton metro.
Huelga decir que los motores BMW están adaptados de tal manera que cumplen o superan todos los valores límite actualmente previsibles y también pueden impresionar en el próximo ciclo de conducción WLTP. Por lo tanto, se tiene en cuenta la nueva medición de emisiones en conducción real (RDE), así como los requisitos de la norma de emisiones EU6c, más estricta.
Las mejoras previstas se lograrán principalmente mediante varias medidas en los ámbitos de la inyección y la gestión térmica, así como algunas medidas específicas de construcción ligera. Estas últimas incluyen el cigüeñal, en el que se pueden ahorrar hasta 2 kilogramos con la misma acústica gracias a una geometría mejorada. En total, el BMW B38 TÜ1 de tres cilindros será unos 5 kilogramos más ligero que antes, mientras que el BMW B48 TÜ1 de cuatro cilindros perderá incluso 8 kilogramos.
A diferencia del pasado, en el futuro el colector de escape y el turbocompresor estarán integrados en la culata, lo que permitirá aprovechar aún mejor la dinámica de flujo de los gases de escape recirculados. En el futuro, la culata podrá refrigerarse por separado del cárter, lo que permitirá una gestión más específica del calor y contribuirá, por ejemplo, a que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento en un tiempo significativamente menor.
Una nueva bomba de combustible, en combinación con inyectores revisados, garantiza que la presión máxima de inyección pueda aumentarse de los 200 anteriores a hasta 350 bares en el futuro. La mayor presión de inyección garantiza una mejor combustión y reduce considerablemente las emisiones de partículas, por lo que la mayoría de los motores de gasolina podrán funcionar sin filtro de partículas incluso en las condiciones más estrictas de los próximos años.
En resumen, la «Revisión Técnica 1» de los actuales motores de gasolina de BMW promete provocar menos emisiones con un peso y un consumo de combustible reducidos, incluso con procedimientos de medición prácticos, y al mismo tiempo poder ofrecer más potencia al conductor. Sin embargo, todavía hay que tener paciencia hasta el lanzamiento al mercado de los motores TÜ1; en nuestra opinión, una buena fecha concebible sería la introducción del próximo BMW Serie 3 G20 en 2018.